Cuando algunos odontologos con varios años de experiencia acudieron a Athenea Institute por primera vez, nos mostraron sus preocupaciones. Formarse y trabajar en el área de salud bucal siempre habían sido su gran pasión. Sin embargo, tras leer un artículo sobre la presión con la que conviven los dentistas, nos mostraron sus miedos. Y, es verdad que los profesionales de la odontología lidian con muchos frentes. Por eso muy importante aprender a llevar el control.
¿Eres un dentista las 24 horas del día?
Los odontólogos y especialistas en salud bucal llegan a tener la sensación que no pueden desconectar de su trabajo. Claro, la formación continua es fundamental para esta profesión. Muchas veces dedicamos los fines de semana a formarnos, gracias a las facilidades que nos ofrecen los centros de estudios y el sistema online.
Cada día atendemos a muchos pacientes, cada uno con sus problemas y exigencias. Unas personas nos tratan mejor que otras. Las hay que hasta cuestionan nuestros honorarios. Evidentemente, no saben las horas y dinero que hemos invertido para formarnos y poder atenderles en nuestra consulta.
Además, somos tan perfeccionistas y responsables en nuestro trabajo que, cuando acaba nuestra jornada, seguimos pensando en los tratamientos que hemos hecho y en las soluciones que tenemos que dar. Todo eso, sin contar que siempre tenemos alguna urgencia a última hora: algún paciente que no soporta el dolor y nos necesita. Y nosotros estamos ahí para ellos. Sencillamente, porque no solo consideramos que es nuestra obligación, sino porque nos sentimos muy satisfechos de poder ayudarles.
Después de todo el día lidiando con los pacientes, pensando y aplicando los mejores tratamientos, cuando salimos de la consulta, nuestros familiares o amigos aún nos plantean sus propias dudas. Al final, nos sumergimos en la almohada pensando que es imposible desconectar.
Aprender a canalizar la presión soportada por el odontologo
Toda esta presión se sucede un día tras otro, por lo que al final nos puede afectar. Por eso es importante que, como profesionales de la salud bucal, aprendamos a cuidar de nosotros mismos.
Si nosotros estamos bien y mantenemos un buen equilibrio, esa energía positiva también la podremos trasladar a nuestros pacientes, y a nuestro entorno.
Los consejos Athenea Institute a todos los odontologos
- No trabajar tantas horas. La jornada laboral es (en teoría) de ocho, no es necesario hacer doce al día. Lo más importante es la salud y el bienestar.
- Mantener un estilo de vida sano, hacer deporte, seguir una dieta equilibrada, descansar y dedicar parte del tiempo al ocio y a la práctica de actividades para poder desconectar.
- Ser selectivo con la formación que se elija. Así se aprovechará al máximo el tiempo invertido.
- Trabajar la confianza en uno mismo y en las capacidades profesionales. Tenemos las herramientas y los conocimientos para darle solución a cualquier problema. Y es imprescindible seguir formándose para ampliar conocimientos y ganar seguridad.
- En cuanto se sale de la consulta, ya no se está trabajando. No permitir ser atosigado con preguntas y dudas en el tiempo libre. Los límites los ponemos nosotros.
La formación, la gran aliada
Albert Einstein decía:
“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.
En nuestra profesión, amigos, la formación es nuestra gran aliada. La ciencia de la salud bucal evoluciona constantemente. Siempre aparecen nuevos tratamientos que son mejores que los anteriores.
Pero doctor…¿Cuál formaciones elijo?
Master en Implantología
Salimos de la Facultad como profesionales en potencia. Poco a poco tenemos que ir aprendiendo y formándonos para dar lo mejor de nosotros mismos. Por ejemplo, realizar un master en implantología nos permitirá tener los conocimientos para poder ofrecer soluciones en situaciones que requieran un tratamiento de edentulismo y crear un servicio de implantología en nuestra clínica.
En los últimos años, la demanda de implantes por parte de los pacientes ha aumentado. Han sustituido, en gran medida, a la prótesis fija y a la prótesis removible, por su comodidad y efectividad.
Por otra parte, la pérdida de dientes afecta al aspecto de las personas. Incluso tiene consecuencias psicológicas, ya que la imagen que ven de sí mismos no les gusta, lo que repercute en su propia autoestima. Y más hoy en día, cuando la salud bucal está directamente relacionada con la estética.
Como lo hemos tratado en otro post la implantología es una disciplina de la odontología cuya demanda crece. Son muchas las clínicas que quieren profesionales en implantes para formar parte del equipo de su plantilla.
Nosotros hemos hecho hincapié en distintas ocasiones en la importancia de formarse en implantología, nos abrirá muchas puertas de nuestra carrera profesional.
En cursos como este, contamos con la ventaja de que se puede impartir yendo a clase dos días al mes durante dos años. Gracias a esta flexibilidad horaria, no nos veremos saturados a la hora de compaginar nuestro trabajo en la clínica con nuestra formación. Antes de darnos cuenta, ya habremos acabado y podremos ofrecer el tratamiento directamente al paciente.
Curso en periodoncia
Lo mismo pasa con el curso de periodoncia, en el que conseguiremos mejorar nuestra formación. Los conocimientos que adquiramos nos permitirán ofrecer los mejores tratamientos a nuestros clientes y diferenciarnos de otras clínicas dentales.
En este postgrado, en concreto, podremos aprender desde conceptos básicos en patobiología periodontal hasta profundizar en el tratamiento quirúrgico de la enfermedad periodontal. También podremos adentrarnos en la cirugía plástica periodontal y la ortodoncia, entre otros temas de interés para nuestra profesión.
La satisfación del odontólogo va más allá de los dientes
Nos encanta nuestro trabajo. Nos sentimos felices y orgullosos cuando vemos que una persona recupera su sonrisa. Cuando ayudamos a un niño a que su dentadura se desarrolle correctamente. Cuando le devolvemos la vida a una persona que ya casi no podía masticar.
Nos encanta nuestro trabajo, amigos. Nos sentimos satisfechos cuando colaboramos con más áreas de la salud. Por ejemplo, el Consejo de Dentistas publicó un artículo sobre la importancia de la detección precoz para sanar cáncer de la cavidad bucal.
Otro ejemplo, el que hemos publicado en nuestro blog. En este caso nos referimos a la apnea del sueño, también conocida como la enfermedad del sueño. Distintos estudios han demostrado que el estado de la boca y la mandíbula del paciente tiene más repercusión de la estimada en un inicio. Por eso, en ocasiones, un tratamiento odontológico adecuado puede mejorar la calidad del sueño y, por supuesto, la salud de la persona.
Pensemos en los pacientes
Muchas veces, las personas que vienen a nuestra consulta se sienten mal por problemas bucales. Nosotros nos armamos de paciencia para poder tratarlos. Imagínate lo que percibirá el paciente si tu estás de mal humor, cansado, agotado y estresado. Aunque nos sintamos así, nos gusta disimular y dibujar nuestra mejor sonrisa.
Nosotros, los profesionales de la salud bucal, sabemos lo importante que es transmitir confianza a las personas que vienen a nuestras clínicas. Cuando tienen miedo, les tranquilizamos. Entonces, se relajan y podemos hacer nuestro trabajo tranquilamente.
Si nosotros no nos sentimos bien, al final, el malestar y el agobio lo trasladaremos a nuestro entorno, incluidos nuestros clientes. De qué va a servir trabajar mil horas al día, si al final de la jornada, algunos de nuestros pacientes no se han ido contentos a casa. En realidad, no sirve de nada. Probablemente habrás perdido al cliente.
Los profesionales de la salud bucal tenemos que cuidarnos para ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Un cliente contento, es un cliente que vuelve. La fidelización nos demuestra confianza por parte del paciente en nuestro trabajo, satisfacción y, además, beneficia nuestra reputación.
Aunque se lancen ofertas continuas que, en ocasiones, a algunos profesionales nos parecen escandalosas, los pacientes satisfechos y fidelizados no nos abandonarán. Recientemente, se publicó un artículo en el que se indicaba que las clínicas marquistas y franquicias acumulaban casi la mitad de las reclamaciones de los clientes.
El contacto directo, de confianza y paciente con las personas evita, precisamente, gran parte de estas quejas. Tan importante es darles una solución, como escucharles. Saber qué es lo que quieren: Pero no podremos hacerlo si tenemos ansiedad porque nuestra salud mental se resiente.
Conclusión
Buddha decia:
“Mantener el cuerpo con buena salud es un deber. De lo contrario no seremos capaces de mantener nuestro cuerpo y mente fuertes y claros”.
Por tanto, sentirnos bien, cuidarnos y organizarnos es toda una obligación como profesionales de la odontología. Nosotros trabajamos en la salud bucal porque nos encanta. Nos apasiona nuestro trabajo. Nos gusta ayudar a las personas. Sentimos una gran satisfacción el día que una cara recupera su sonrisa, que un tratamiento ha devuelto los dientes a su sitio, que un niño crecerá sano y que un dolor de muelas desaparece.
Tenemos la obligación con nosotros mismos, y también con nuestros pacientes, de estar bien.
Cuando los odontologos que vinieron a vernos preocupados por el artículo que habían leído y cómo podría afectar la profesión a su salud mental, les dije que la profesión no tenía nada que ver. Es nuestra actitud ante la vida la que nos supera.
Si vivimos la odontología con pasión, nos formamos continuamente y renovamos nuestros conocimientos, creceremos. Creceremos no solo como profesionales, capaces de dar más seguridad a sus pacientes, sino que también lo haremos como personas.
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